La Unión Europea concede un proyecto de un millón y medio de euros a un investigador de genética de la Universidad de Sevilla
El proyecto, que comenzará en enero del 2012 y tendrá una duración de cinco años, tratará de determinar qué factores influyen en la elección de los mecanismos de reparación del ADN celular para luchar contra enfermedades como el cáncer, la inmunodeficiencia o el enanismo entre otras.
A sus 35 años, Pablo Huertas es lo que se considera un "joven investigador". En este caso además un joven y "brillante" investigador al que la Unión Europea ha reconocido su talento y trayectoria otorgándole un proyecto Starting Grant. Estas dos palabras, que para los no iniciados pueden sonar a nueva marca de cereales integrales, suponen nada más y nada menos que un millón cuatrocientos sesenta y ocho mil euros (más de doscientos millones de las antiguas pesetas) para que Pablo alce el vuelo y pueda crear su propio grupo de investigación independiente en el que desarrollar sus estudios sobre genética.
La historia comienza cuando Pablo, que también es profesor en la facultad de Biología de la Universidad de Sevilla y contratado Ramón y Cajal del Ministerio de Ciencia y Educación, se encontraba investigando en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, donde formaba parte de un proyecto europeo. Allí, mientras estudiaba cómo se las arreglan las células para corregir los fallos surgidos en su parte más íntima e importante, es decir, en su propio ADN, observó que éstas pueden escoger varios caminos para solucionar un mismo fallo. Dependiendo de la ruta o mecanismo de reparación que las células elijan, el resultado es un éxito o un fracaso, considerándose como tal la aparición de enfermedades o deformaciones en muchos casos hereditarias.
Aplicaciones
Estos mecanismos de reparación están ampliamente documentados, existe numerosa bibliografía científica que versa sobre ellos, pero lo que Pablo Huertas se pregunta, y por lo que el Consejo Europeo de Investigación (CEI) le ha concedido tanto dinero, es qué hace que una célula adopte un determinado mecanismo de reparación del ADN y no otro. "Mi idea es buscar factores en las células que tengan que ver con esta decisión" afirma Pablo. Y es que respondiendo a esta pregunta es posible encontrar marcadores que indiquen una probabilidad más alta de tener tumores cancerígenos o alguna de las llamadas "enfermedades raras" que "las grandes farmacéuticas no están por la labor de investigar".
El proyecto, que consta de tres fases: búsqueda de nuevos factores, caracterización y validación, se desarrollará en el CABIMER (Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa), centro mixto Universidad de Sevilla, Universidad Pablo de Olavide, CSIC y SAS, donde se trabaja directamente con células tumorales y embrionarias. Allí analizarán el efecto de cada uno de los 25.000 genes humanos en la reparación celular del ADN. "Lo que queremos ver no es tanto si la célula se repara o no se repara, como ver si se repara de una forma o de otra", aclara Pablo. "La idea es poder tener las herramientas que luego nos permitan hacer un diagnóstico precoz de determinadas enfermedades" concluye el investigador.
El proyecto es gestionado desde la Oficina de Transferencia de Resultados de Resultados de la Investigación (OTRI) de la Universidad de Sevilla.
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